Ilustración de Marie Cardouat
Una pregunta
( Concha Méndez )
Contéstame una pregunta
ahora que voy a pintar:
Si Papá Noel se rojo,
¿Es roja la Navidad?
¿O es de color verde abeto,
o blanca como la paz,
o es negra como la piel
del bonachón Baltasar?
Si en Navidad NACE Niño
es del color del cristal,
del color de las estrellas,
del color de la bondad.
Ilustración de Olga Kost
El ángel de Belén que vino en helicópteros
( Gloria Fuertes )
Sécate el parabrisas.
Límpiate el parabesos.
Cepíllate las alas
y entrénate en el Vuelo.
Aterriza en Belén,
Encima del pesebre.
San José, pensativo.
La Virgen Tiene fiebre.
(Y empezo a cantar a Dios
el ángel aviador).
El aire frío azotaba,
el ángel se equivocaba.
-¡Gloria, Gloria, Gloria Fuertes!
-Que No, que no, criatura.
¡Gloria a Dios en las alturas!
Ilustración de Alessandra Cimatoribus
El número de Jesús
( Lope de Vega )
¡Alegría, zagalas,
valles y montes,
que el zagal de María
ya Tiene número!
Corred, arroyuelos,
cándida leche;
los corderos retoque,
cantan las fuentes
y las aves alegran
cono sobre canciones.
¡Qué el zagal de María
ya Tiene número!
EL CAMELLO COJITO
(Gloria Fuertes)
con un cardo del camino
y el mecánico Melchor
le dio vino.
Baltasar
fue a repostar
mas allá del quinto pino...
e intranquilo el gran Melchor
consultaba su "Longinos".
-¡No llegamos,
no llegamos,
y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres reyes se han perdido-.
El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.
Acercándose a Gaspar,
Melchor le dijo al oído:
-Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.
A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!
Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empujaba al bicho.
Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban los pajarillos-
los tres reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un niño recién nacido.
-No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero, -repitió el Niño.
A pie vuelven los tres reyes
cabizbajos y afligidos.
Mientras el camello echado
le hace cosquillas al niño.
Ilustración de Jackie Morris
NOCHEBUENA
(Amado Nervo)
Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.
La luz del cielo baja,
el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.
El niño está friolento.
¡Oh noble buey,
arropa con tu aliento
al Niño Rey!
Los cantos y los vuelos
invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra... y corazón.
Resuenan voces puras
que cantan en tropel:
Hosanna en las alturas
al Justo de Israel!
¡Pastores, en bandada
venid, venid,
a ver la anunciada
Flor de David!...
Ilustración de Nerina Canzi
INSTANTE NAVIDEÑO
(George Pellicer)
Mi Navidad no necesita árbol ni frío,
solo el calor de mis seres queridos,
a los que aprecio todo el año,
pero disfruto un instante y llenan mi vacío.
solo el calor de mis seres queridos,
a los que aprecio todo el año,
pero disfruto un instante y llenan mi vacío.
Ilustración de Jan Pashley
PUES ANDÁIS EN LAS PALMAS
(Lope de Vega)
Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Palmas de Belén
Que mueven, airados,
Los furiosos vientos
Que suenan tanto,
No le hagáis ruido,
Corred más paso;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
El Niño divino,
Que está cansado
De llorar en la tierra
Por su descanso,
Sosegar quiere un poco
Del tierno llanto;
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos,
Rigurosos hielos
Le están cercando;
Ya veis que no tengo
Con qué guardarlo;
Ángeles divinos,
Que vais volando,
Que se duerme mi Niño,
Tened los ramos.
JESÚS, EL DULCE, VIENE...
(Juan Ramón Jiménez)
Jesús, el dulce, viene...
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...
¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!
Las noches huelen a romero...
¡Oh, qué pureza tiene
la luna en el sendero!
Palacios, catedrales,
tienden la luz de sus cristales
insomnes en la sombra dura y fría...
Mas la celeste melodía
suena fuera...
Celeste primavera
que la nieve, al pasar, blanda, deshace,
y deja atrás eterna calma...
¡Señor del cielo, nace
esta vez en mi alma!